MATEO 28: 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo
Hacer misiones mundiales es un mandato de Nuestro Señor Jesucristo, es una tarea que EL nos ha encomendado y no es opcional.
Para que las misiones mundiales de proclamar el evangelio hasta lo último de la tierra tengan éxito se requieren obreros dispuestos, capacitados y seguros de su llamado
1. LAS MISIONES MUNDIALES REQUIEREN OBREROS DISPUESTOS
La labor misionera de ir y hacer discípulos a todas las naciones, requiere obreros que estén dispuestos a dejar su zona de confort. No es nada fácil aceptar el reto de moverse de su lugar de comodidad, dejar a su familia, amigos, país y trabajo, entre otras cosas.
Se necesita desprenderse de cosas que amamos por seguir el llamado de Jesús. Con razón el mismo Jesús expresó:
LUCAS 9:59 Dijo a otro:—Ven, sígueme. El hombre aceptó, pero le dijo:—Señor, deja que primero regrese a casa y entierre a mi padre.60 Jesús le dijo: —¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos![l]Tu deber es ir y predicar acerca del reino de Dios. 61 Otro dijo: —Sí, Señor, te seguiré, pero primero deja que me despida de mi familia. 62 Jesús le dijo: —El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios.
Como discípulos de Jesucristo, debemos estar siempre dispuestos a difundir las buenas nuevas en cualquier lugar donde nos encontremos, no tenemos excusas, no hay circunstancia o situación que nos pueda detener.
Debemos aprovechar cualquier oportunidad que se presente, podemos comenzar con nuestra familia, nuestros vecinos, compañeros de trabajo, la universidad, el colegio, etc.
Un día podemos estar compartiendo en nuestra ciudad, pero en cualquier otro momento, el Señor puede llevarnos a kilómetros de distancia a continuar la labor con otro tipo de personas, todo depende de DIOS, nosotros sólo debemos estar dispuestos.
Lo importante es que adondequiera que estemos, estamos obligados a obedecer este mandato de compartir las buenas noticias, de compartir del amor de Dios y su regalo de salvación con todos los que Dios ponga en nuestro camino.
2. LAS MISIONES MUNDIALES REQUIEREN OBREROS CAPACITADOS
En el mandato dado por nuestro Señor Jesucristo, no sólo nos envió a proclamar el mensaje, sino que también nos mandó a enseñar “enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes”.
Nuestra responsabilidad no termina con llevar a la gente a tomar la decisión de seguir a Cristo, debemos enseñar al nuevo convertido las verdades de la Palabra de Dios, demostrando nuestra obediencia a los mandamientos del Señor, para formar discípulos centrados en Cristo.
Es por ello, que debemos esforzarnos por estar preparados para afrontar la tarea de guiar al nuevo discípulo, pastorearlo, cuidarlo y ayudarlo para que cada día se parezca más a su Maestro y obedezca sus mandamientos. No debemos olvidar que nuestra enseñanza debe estar centrada en la Palabra de Dios, no en filosofías, ni tradiciones humanas.
2 Timoteo 2:15 (NVI): 15 Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.
La enseñanza de las Escrituras, es mucho más que transmitir información, debemos persuadir a los nuevos convertidos en la obediencia de todas las enseñanzas que Dios nos dejó escritas en su Palabra, desde Génesis hasta Apocalipsis, evidenciando con nuestro estilo de vida las verdades que enseñamos.
También debemos tener siempre presente que la Palabra de Dios es la que nos va a dar la autoridad para proclamar el evangelio y enseñar sus verdades:
2 Timoteo 3:16-17 (NVI) 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
3. LAS MISIONES MUNDIALES REQUIEREN OBREROS SEGUROS
Los obreros dispuestos y capacitados para llevar el evangelio hasta lo último de la tierra deben estar seguros que cuentan con el respaldo, guía, dirección y sobre todo con la compañía de AQUEL que los comisionó.
Los obreros cristianos deben estar completamente seguros que fue JESÚS quien los envió con una misión que cumplir, pero que no los envió solos. La promesa de su constante presencia debe ser más que suficiente para traer fortaleza y liberarnos del temor.
Isaías 41:10-12 (NVI): 10 Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Con Jesús de nuestra parte debemos estar seguros que el poder del Espíritu Santo que habita en nosotros, nos guiará a esas personas que necesitan escuchar el mensaje de salvación.
Su presencia significa protección, porque EL tiene el control de todas las cosas. Pero también significa poder, porque mientras cumplimos la gran comisión, trabajamos en representación de DIOS.
La presencia de Cristo siempre con nosotros significa paz, porque siempre nos recuerda que le pertenecemos a EL, que la obra es suya y que las ovejas le pertenecen.
¡Qué privilegio! saber que el Rey del Universo nos ha elegido para llevar su mensaje a todos los rincones de la tierra, por lo que no debemos tener excusa ninguna para cumplir con este mandato.
¡Qué alentador! también es saber que a pesar de las implicaciones que esto conlleva, de la disposición y el entrenamiento que debemos tener, JESÚS ha prometido estar con nosotros todos los días y nos respaldará para continuar su obra.
REFLEXIONA:
¿Estás dispuesto a llevar el mensaje de salvación de Jesucristo hasta lo último de la tierra?
¿Te estás preparando para enseñar las verdades de la Palabra de Dios y hacer discípulos que obedecen los mandamientos del Señor?
Capacítate para la obra misionera. Haz click aquí
Ora por la Obra Misionera. Haz clic aquí
Ofrenda a la Obra Misionera. Haz clic aquí
Colabora con la Obra Misionera. Haz clic aquí
Vive EN MISION. Haz clic aquí