LA OBRA MISIONERA DEL APÓSTOL PABLO

1 Corintios 2:1-5 (NVI): 2 Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. 2 me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de este crucificado. 3 es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo. 4 no les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes, sino con demostración del poder del Espíritu, 5 para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder de Dios.

El Apóstol Pablo es considerado el más grande predicador del primer siglo, después del Señor Jesús, escribió más de la mitad del Nuevo Testamento y llegó a lugares más lejanos, que cualquier otro discípulo de su época predicando el Evangelio del Reino.

¿Pero qué fue lo que hizo el Apóstol Pablo para lograr tanta influencia? Hay algunos aspectos de su obra misionera que es importante destacar, si queremos hacer una obra efectiva:

1. LA OBRA MISIONERA DEL APÓSTOL PABLO ESTUVO CENTRADA EN JESÚS

El éxito de la obra misionera es concentrarnos en Jesús. Al igual que el Apóstol Pablo, no podemos anunciar el Evangelio confiados en nuestra propia sabiduría ni elocuencia, debemos enfocar nuestro mensaje en la Obra que hizo Jesucristo en la cruz del calvario.

De ninguna manera, esto quiere decir que no debemos estar preparados. Lo que significa es que nuestra intención no debe ser buscar la admiración de las personas por la elocuencia y sabiduría de nuestras palabras, sino porque lo que estamos hablando les conduce a tener una relación personal con Jesucristo.

El mismo Señor Jesús lo expresó así en:

Juan 7:18 (NVI) 18 El que habla por cuenta propia busca su vanagloria; en cambio, el que busca glorificar al que lo envió es una persona íntegra y sin doblez.

Al igual que el Apóstol Pablo, cuando tenemos la oportunidad de hacer la obra misionera, cada enseñanza debe estar centrada en la obra de Cristo, su propósito debe ser llevar a los oyentes a contemplar la gloria de Cristo, independientemente del tema que se esté tratando (matrimonio, familia, finanzas, ministerio, liderazgo, etc.)

2. LA OBRA MISIONERA DEL APÓSTOL PABLO FUE GUIADA POR EL ESPÍRITU SANTO

Como misioneros cristianos, debemos tener presente que el mensaje que llevamos, sólo va a dar fruto si somos guiados por el Espíritu Santo.

Debemos ser conscientes que no es en nuestras fuerzas que las personas van a aceptar el mensaje de salvación. Tenemos que recordar siempre que quien convence de pecado, de justicia y de juicio es el Espíritu Santo. Y por eso, no podemos ir a hacer la obra sin su dirección.

Zacarías 4:6 (NVI): 6 Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: “No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu” —dice el Señor Todopoderoso

El Apóstol Pablo conocía esta gran verdad y siempre procuró hacer la obra impulsado por el Espíritu Santo, el gran Apóstol iba dónde EL Espíritu lo guiaba, sin importar lo que pudiera sucederle.

Lo único que le daba sentido a su vida, era predicar el mensaje de Salvación en Cristo, llevar a cabo la obra que se le había encomendado y para la cual había sido elegido.

HECHOS 20:22» Y ahora tengan en cuenta que voy a Jerusalén obligado[a] por el Espíritu, sin saber lo que allí me espera. 23 lo único que sé es que en todas las ciudades el Espíritu Santo me asegura que me esperan prisiones y sufrimientos. 24 sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

3. LA OBRA MISIONERA DEL APÓSTOL PABLO EVIDENCIÓ EL GRAN PODER DE DIOS

Durante su ministerio el Apóstol Pablo, siempre dependió del gran poder de Dios, él estaba convencido de que “el poder que actúa en nosotros es el mismo que resucitó a Jesús de los muertos” y que es el único que puede traer la salvación al mundo perdido.

Romanos 1:16 (NVI): 16 A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos, primeramente, pero también de los gentiles.

Pablo también reconocía que el poder de Dios es dado por Su gracia; sin importar cuán débiles e imperfectos nos sintamos. No cabe duda que el apóstol Pablo trabajó en el poder de Dios solamente, eso lo evidencia la gran obra misionera que hizo.

Pero esto no lo logró por sí mismo, lo logró porque dependió de Dios. En una ocasión El Señor le dijo:

2 Corintios 12:9 (NVI)9 pero ÉL me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad».

A lo que Pablo añadió: “Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Corintios 12:10).

Entender como Pablo que nuestra fortaleza viene de Dios, nos ayuda a ser más efectivos en la obra misionera. Al estudiar la vida de este apóstol, podemos ver como Dios se glorificó grandemente a través de su trabajo, respaldando su ministerio y la predicación de su mensaje con señales y prodigios.

ROMANOS 15:17 Por tanto, mi servicio a Dios es para mí motivo de orgullo en Cristo Jesús. 18 No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los gentiles lleguen a obedecer a Dios. Lo ha hecho con palabras y obras, 19 mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios. Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes, hasta la región de Iliria.

Esta porción de la Palabra nos ayuda a comprender que debemos ser humildes en nuestro servicio a Dios, que nuestro único orgullo es sabernos usados por El Salvador para hablar de lo que EL hizo y esperar su respaldo con señales y milagros.

El ministerio del Apóstol Pablo nos motiva a tener nuestra confianza en que Dios usará nuestros pobres esfuerzos, para manifestar su gloria y que Dios es el indispensable y decisivo obrador en todo nuestro trabajo.

Como dijera el Dr. Miguel Nuñez:

“Hechos es un libro asombroso sobre la extraordinaria historia de una iglesia sencilla capacitada por un Dios soberano con una Palabra omnipotente. Al ver lo que la predicación de la Palabra de Dios fue capaz de hacer en estas antiguas ciudades, los creyentes podemos tener esperanza para completar nuestra misión.”

REFLEXIONA:

¿Estás convencido que Dios puede manifestar su poder a través de tu vida?

¿Quieres ser un instrumento de Salvación en las manos de Dios?

Capacítate para la obra misionera. Haz click aquí

Ora por la Obra Misionera. Haz clic aquí

Ofrenda a la Obra Misionera. Haz clic aquí

Colabora con la Obra Misionera. Haz clic aquí

Vive EN MISION. Haz clic aquí

Dejá un comentario

× Whatsapp