Pasos para crecer en la obra misionera
Viene una gran lluvia.
Y Elías dijo a Acab: “Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo de mucha lluvia.” Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: “Sube ahora, y mira hacia el mar.” Y él subió, miró y dijo: “No hay nada.” Y Elías dijo siete veces: “Vuelve a mirar.” Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: “Veo una nube tan pequeña como la mano de un hombre, que sube del mar.” Y Elías le dijo: “Sube, y dile a Acab: ‘Prepara tu carro y desciende, para que la fuerte lluvia no te detenga.’” Al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. 1ra Reyes 18. 41-46
La lluvia siempre fue símbolo de bendición. Cuando la lluvia no descendia era porque el pueblo, los que hoy somos los cristianos no estaban haciendo las cosas bien. En tiempos de Elías iban tres años y medio sin lluvias.
Las causas generalmente son las mismas, pecado, desobediencia a lo que Dios nos mando hacer y la constante distracción y dilación de los hijos de Dios frente a los mandatos de Dios para ellos. En este caso se sumaba que la mayoría no se jugaba por Dios sino que también tenia tiempo para sus dioses paganos.
La falta de lluvia siempre afecta al pueblo de Dios ya que atenta contra la economía y la vida, aparece el hambre, los cultivos se secan, y los animales mueren como consecuencia. De alguna manera la vida se marchita sin la lluvia y lo mismo le pasa a la iglesia de hoy cuando no disfruta de la lluvia en forma regular.
Espiritualmente hablando la falta de lluvia significa problemas, muerte y falta de bendicion “hasta que sobreabunde” como Dios promete.
Hoy también la gran mayoría de las iglesias viven en la sequía.
Mientras las reuniones se repiten no se ve el fruto de la obediencia a el mandato de Jesus de “ir al mundo”. La mayoría de los cristianos no “habla de jesus” a otro en la semana. Pocos discípulos “hacen discípulos”. La mayoría de las iglesias no plantan nuevas iglesias y lo que es peor, “no lo intentan”. La mayoría de la iglesias repiten como loro “¿Cómo oirán sin haber quien les predique? pero no invierten un peso en capacitar misioneros que puedan predicar, agregan ¿ycomo predicaran si no fueren enviados? pero no sueltan una moneda para enviar.
En algunos casos “dicen” que misiones es prioridad pero no se predica de eso ni una vez por mes y lo que es peor su presupuesto es una declaración jurada de cuales son sus prioridades, generalmente proyectos personales o edilicios que hacen crecer la obra local en una forma muy despareja en relación a la obra misionera.
Tu iglesia estará priorizando la obra misionera solo cuando tu presupuesto misionero sea mayor al presupuesto local.
Es importante que podamos ubicar pasos para crecer en la obra misionera en relacion al pasaje que compartimos.
De este pasaje podemos sacar alguna verdades que nos pueden ayudar a prepararnos para recibir una gran lluvia.
Paso 1: “Se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas” – Arrepentimiento
La primera verdad es que debe haber arrepentimiento. ¿Hemos priorizado la obra misionera? Si o no. Si tu respuesta es no solo cabe arrepentimiento o una mejor lectura de lo que Jesus nos mando hacer.
Cuando otra cosa, aun un hermoso proyecto ministerial local, nos aparta de llevar el evangelio a las naciones que aun no lo conocen, estamos errando al mandato.
¿Cuál es el plan de tu iglesia para invertir la mayor cantidad de recursos (humanos y materiales) en terminar la tarea o sea preparar misioneros y enviarlos al campo donde el evangelio aun no llego?
Elias había dicho momentos antes “por mandato tuyo he hecho todas estas cosas” (1ra Reyes 18.36) lo que indica que estaba “en obediencia” ante los mandatos de Dios.
¿Tu iglesia puede decir “he hecho”? He capacitado misioneros, he plantado iglesias, he enviado misioneros… ¿son frases que se escuchan en tu iglesia?
Ahora Elias coloca su cabeza entre las rodillas y ora a Dios para que envie la lluvia.
La oración sin obedeciencia es nula porque no toma con seriedad al mismo Dios a quien se dirige.
Ninguna iglesia puede ver una gran lluvia si no obedece el mandato de “ir hasta lo último de la tierra”.
Paso 2: “No hay nada“ – Ejercita tu fe.
La segunda verdad es que ver una gran lluvia es un ejercicio de fe.
Si estas obedeciendo el mandato misionero y aun no ves nada es porque Dios esta ejercitando el musculo de tu fe.
Ya hice lo que Dios me ordenó y “No hay nada”.
Muchos estamos como el asistente de Elias. Subimos a la terraza del ministerio y miramos…
Los milagros que vienen del cielo, necesitamos verlos primero en el espíritu, confesarlos, hablarlos, Porque Dios llama las cosas que NO SON como si ya existieran Romanos 4:17 DHH.
Así y solo así vendrán al mundo físico. Traer los milagros que anhelamos a la tierra con nuestras palabras, es básico, las palabras tienen como ya sabemos un gran poder de vida o de muerte:
La muerte y la vida están en poder de la lengua y el que la ama comera de sus frutos Proverbios 18:21
¿Ves a tu iglesia invirtiendo en la capacitación de misioneros? ¿Ves a tu iglesia plantando nuevas iglesias? ¿Ves a tu iglesia enviando misioneros a las etnias no alcanzadas?
El camino es reclamar las promesas de Dios y subir de tiempo en tiempo a la terraza y mirar.
Al igual que en tiempos de Elías, primero hubo una palabra de parte de Dios, “Y la tierra será llena de su gloria” es una promesa del evangelio llegando a cada etnia.
Para eso necesario que cada iglesia coloque a misiones en primer lugar y la lluvia vendrá.
Es la fe la certeza de lo que no se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1
Paso 3: “Vuelve a mirar.” – Tiempo de espera en acción.
Siempre que Dios va a cumplir su palabra y los hechos que creemos por fe se transforman en realidad hay un tiempo de espera donde Dios quiere vernos viviendo como si lo que esperamos ya fuera realidad.
Espera en acción significa que “hagamos lo humanamente posible” y esperemos en “su obrar divino”.
En el caso de Elias era orar, en nuestro caso es empezar a caminar hacia lo que queremos ver dando los pasos que hoy podemos dar.
Paso 4: “Vuelve siete veces” – Perseverar hasta ver.
El asistente de Elías tuvo que subir siete veces, siete en hebreo “chevah” de la raíz “sabah” que significa estar completo, satisfecho, tener suficiente. Está asociado con cumplimiento o algo que se ha completado, un ciclo terminado, lo que trae descanso, reposo y alivio. Dios creo los cielos y la tierra en siete días, cada día hizo algo, fue un proceso hermoso y completo.
Mientras esperamos en oración y obediencia, Dios está formando y creando en nosotros un nuevo carácter preparado para recibir lo que El va a enviar.
Ese tiempo puede ser meses o años, de acuerdo al tiempo que Dios ha decidido pero es el tiempo en que Dios mira nuestra perseverancia en El.
Tu iglesia puede empezar hoy a obedecer y a esperar una gran lluvia de bendición.
Hoy tu iglesia puede empezar a plantar nuevas iglesias, hoy tu iglesia puede separar a sus candidatos a misioneros y apoyarlos para capacitarse, hoy tu iglesia puede ofrendar para enviar misioneros. Empeza a obedecer hoy y estaras acortando los días en que una gran lluvia va a llegar sobre tu vida e iglesia.
Si eres perseverante y estas expectante en forma continua del obrar de Dios, El honrara tu fe con una gran lluvia.
Paso 5: “Yo veo una pequeña nube” – Muestras de Dios
El asistente de Elías, mientras este oraba, persevero, insistió, hasta que su fe aumentó, hasta que finalmente la séptima vez pudo ver una señal del milagro, una nube del tamaño de la palma de una mano.
Hoy también hay pequeñas nubes que nos indican que la gran lluvia viene.
Pequeños emprendimientos que priorizan las misiones, hombres y mujeres que desafian la lógica y salen al campo, iglesias que se deciden a cambiar y hacer misiones, iglesias que apoyan a sus candidatos a misioneros para capacitarse y salir al campo, proyectos misioneros increíbles que se concretan, uniones de recursos humanos y financieros para generar lo necesario en la obra misionera, inversores cristianos que se comprometen a largo plazo con proyectos misioneros, personas que se juegan a cumplir roles claves en la obra misionera, y mucho mas que nos indica que la gran lluvia viene sobre la obra misionera.
La argentina sola tiene el potencial para capacitar y enviar más de 100 misioneros por año al campo si solo se coordinara para hacerlo.
¿Cuántos en latinoamerica? Empeza hoy, no lo dilates mas.
Paso 6: “Y hubo una gran lluvia” – Dios Cumple su promesa.
Esta nube se convirtió en una gran lluvia. Dios envió la lluvia esperada.
Veo la gran lluvia de…
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- recursos humanos y financieros que se alinean para la obra misionera.
- cristianos que priorizan e invierten en la obra misionera.
- iglesias que priorizan e invierten la obra misionera.
- iglesias que reconocen a sus candidatos llamados a la obra misionera.
- iglesias que invierten en capacitar a sus misioneros.
- iglesias que envían y sostienen a sus misioneros en el campo.
- nuevos misioneros saliendo cada año desde latinoamerica.
- etnias alcanzadas por las iglesias latinoamerica.
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Vos que sembras en la obra misionera, no tires la tollla, mantene tu esfuerzo, subi a la terraza y hace como el pájaro que “nunca deja de construir” y “nunca deja de cantar”. Alaba a Dios por la lluvia que viene.
Sumate hoy sin falta a un grupo de cristianos que este comprometido en capacitar y enviar misioneros.
Los que esperamos en Dios nunca seremos avergonzados.
Basado en un mensaje de Alba Lucia Martinez – Editado por Tito Robert.
Pone en practica los Pasos para crecer en la obra misionera descargando el siguiente archivo.
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