SER MISIONEROS ES UN ACTO DE AMOR

FILIPENSES 2: 1-4: 2 Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, 2 llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. 3 No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. 4 Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.

Debido a que el amor proviene de Dios, como sus hijos debemos ser capaces de demostrarlo en cualquier lugar a donde vayamos, poniendo nuestra vida al servicio de los demás, así como lo hizo Jesús.

1. EL AMOR A DIOS Y A LOS DEMÁS IMPLICA RENUNCIAR A NOSOTROS MISMOS

Para poder realizar una labor misionera caracterizada por el amor, debemos considerar a los demás como mejores que nosotros mismos, hacer que sus intereses sean al menos iguales a los nuestros, y tener la actitud de Jesús.

Efesios 5:1-2 (NVI): 5 Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, 2 y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

La aplicación práctica de este pasaje es ver en cada dificultad una oportunidad para demostrar el amor de Dios, sin importar lo que tengamos que sacrificar.

2. EL AMOR A DIOS Y A LOS DEMÁS NOS OBLIGA A SER APRENDICES EN OTRA CULTURA

Jesús fue un maestro que se encarnó según la gente de su época, comenzó como aprendiz, escuchando y haciendo preguntas, para conocer el contexto adonde iba a ejercer su ministerio.

LUCAS 2: 46-52 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.

Jesús se comprometió a dominar el conocimiento y los hábitos de nuestra cultura, renunció a sus privilegios divinos, dejó su lugar de gloria al lado del Padre para vivir entre nosotros y al hacerlo creció en el favor de Dios para traernos gracia y perdón.

FILIPENSES 2:5-7 La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, 6 quien, siendo por naturaleza[a] Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. 7 Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza[b] de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.

Nuestro Maestro entendió que la manera más efectiva de lograr su propósito era renunciando a sus propios intereses y poniendo por encima el bienestar de los otros, es por ello que se convierte en nuestro gran ejemplo a seguir.

3. EL AMOR A DIOS Y A LOS DEMÁS NOS LLEVA A CONSTRUIR VERDADERAS RELACIONES DE AMISTAD

Antes de enseñar cualquier verdad de la Palabra de Dios, debemos construir relaciones de amistad, donde se haya demostrado amor e interés por las necesidades de los demás.

Nuestra responsabilidad es amar a la gente a donde quiera que vayamos, mostrando el amor de Dios, paciencia y comprensión, sólo así podremos ganar la confianza, ser modelos y llevarlos a conocer al Dios que predicamos.

JUAN 15:12-15 Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. 13 Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. 14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. 15 Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes

Jesús nos enseña que si queremos tener éxito en nuestra labor misionera, debemos renunciar a nuestras comodidades y aprender a vivir fuera de nuestro contexto

También nos enseña que debemos convertirnos en aprendices y construir verdaderas relaciones de amistad y amor, para poder llevar su mensaje hasta donde EL nos quiera enviar y servir según las necesidades del contexto.

REFLEXIONA:

¿Estás dispuesto a ser un instrumento del amor de DIOS?

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LOS PRIVILEGIOS DE UN MISIONERO

Efesios 3:7-8 (NVI): 7 De este evangelio llegué a ser servidor. Este fue el regalo que Dios me dio por su gracia, conforme a su poder eficaz. 8 Aunque soy el más insignificante de todos los santos, recibí esta gracia de predicar a las naciones las incalculables riquezas de Cristo,

Dios quiere que le ayudemos a llevar las buenas nuevas de salvación al mundo perdido. Es un privilegio ser las manos, los pies y la voz de Dios. Jhon Stott escribe:

“No se puede imaginar honor más grande que ser instrumento en las manos de Jesucristo, estar a su disposición para el avance de sus propósitos, estar disponible en todo momento cuando seas requerido para su servicio”

Algunos de los privilegios que tenemos cuando aceptamos el llamado misionero son:

1. SER ESCOGIDO POR DIOS A PESAR DE NUESTRAS DEBILIDADES

Por pura gracia a Dios le plació elegirnos para que hagamos la obra de extender el evangelio hasta lo último de la tierra, a pesar de nuestras imperfecciones y debilidades.

Sólo con Jesús podemos tener la esperanza de superar nuestras limitaciones. Seguirán las tentaciones y las dificultades, pero si ponemos nuestra confianza en EL, nuestras debilidades se convierten en fortalezas

2 Corintios 12:9 (NVI): 9 pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.

Dios nos ha empoderado con el poder de su Espíritu Santo y nos utiliza como un canal de bendición para llevar el mensaje de salvación a lugares nunca imaginados.

Proverbios 25:25 (NVI): 25 Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras.

¡Servir a Dios es tremendamente esperanzador y gratificante! Y es posible para todos los que aceptan su llamado celestial y creen en el poder de Nuestro Señor.

2. SER RICOS CON APARIENCIA DE POBRES

En el ámbito económico, el concepto de riqueza hace referencia al conjunto de bienes que posee una persona, sea natural o jurídica, privada o pública, y, como tal, se calcula mediante la suma total del valor de estos. En este sentido, el concepto de riqueza corresponde a lo que posee una persona en un momento específico.

En nuestro caso, como misioneros puede que no poseamos bienes materiales, pero llevamos con nosotros la riqueza más grande, que hace posible que una persona que estaba condenada a la muerte eterna, pueda experimentar el gozo de ser reconciliado con su Padre y vivir con EL para siempre.

2 Corintios 8:9 (NVI):9 Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.

Si Él dio todo por nosotros, ¿cómo podemos darle menos que todo a Él? ¡Y aun cuando hayamos dado todo, lo consideraremos poco por lo que Jesús hizo por nosotros. Como diría el gran Apóstol Pablo:

Filipenses 3:8 (RVR1960): 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

REFLEXIONA:

• ¿Eres consciente de los privilegios que te ha concedido Nuestro Señor?

• ¿Estás dispuesto a entregar a otros las riquezas espirituales que Cristo te ha regalado?

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LA OBRA MISIONERA EN EL MUNDO

Romanos 10:13-15 (NVI): 13 porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».[a]14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? 15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae[a] buenas nuevas!»

1. LA OBRA MISIONERA EN EL MUNDO PERMITE QUE MUCHOS ESCUCHEN EL MENSAJE DE SALVACIÓN

Cuando nos disponemos a cumplir La Gran Comisión, brindamos la oportunidad para que personas de cualquier raza, pueblo o nación puedan escuchar las buenas nuevas de salvación.

Debemos estar conscientes que la gente se perderá en la eternidad si no escuchan nunca el mensaje de salvación y desarrollan una relación personal con Jesucristo.

Hechos 4:12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.

Es nuestra responsabilidad lograr que muchas personas alrededor del mundo puedan invocar el Nombre de Jesús y ser libres de las cadenas del pecado y la muerte.

Teniendo en cuenta esto, deberíamos preguntarnos “¿Por qué deberían algunos escuchar el evangelio dos veces, cuando millones de personas no lo han escuchado ni una sola vez?” (Oswald J. Smith)

2. LA OBRA MISIONERA EN EL MUNDO DEMANDA QUE MÁS OBREROS SEAN ENVIADOS

Para que las personas puedan tener la oportunidad de escuchar el mensaje de salvación en Cristo Jesús, se requiere que haya obreros dispuestos a llevar el mensaje a cualquier lugar de la tierra.

Es responsabilidad de la iglesia de Jesucristo aunar esfuerzos para que los obreros dispuestos a llevar el mensaje dispongan de todos los recursos que demanda esta importante labor. De esa manera, nos convertimos en socios del trabajo con Dios en la mayor empresa que el mundo jamás ha conocido: “Rescatar almas para el Señor”

Debemos recordar que Dios ha preservado a su Iglesia y la ha sostenido a través de los siglos y que siempre está llamando obreros para cumplir la tarea.

La iglesia debe enviar a obreros capaces, de confianza, convencidos de lo que creen, en quién creen y por qué lo creen. Discípulos de Cristo que han comprendido el Evangelio y las enseñanzas de Su Señor sin prejuicios culturales, tanto de su propio país, como de otras culturas.

Mateo 9:35-38: 35 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. 36 al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. 37 «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—. 38 pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo».

Algo que debe motivarnos para enviar obreros al campo misionero es saber que Nuestro Señor Jesús se duele por tantas almas que andan sin rumbo, pérdidas sin conocerle; y es por ello, que debemos orar, dar o ir, para cosechar las miles de almas que están sedientas del Salvador.

Así como “la cosecha de trigo de este verano no se puede dejar para el año que viene, pues se perdería totalmente. Con la cosecha de almas ocurre algo similar. Las almas que mueran hoy no podrán escuchar mañana”. (Andrés Robert).

3. LA OBRA MISIONERA EN EL MUNDO LLEVA ALEGRÍA Y ESPERANZA A TODO LUGAR

El misionero cristiano es una persona que tiene el privilegio de llevar alegría y esperanza donde quiera que vaya.

En este mundo tan agobiado y convulsionado por el pecado, la maldad, el hambre, las guerras, la violencia, la intolerancia y tantos otros males, se necesita del mensaje que trae paz, gozo y esperanza a las mentes y corazones atormentados.

Juan 14:27: 27 La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.

El mundo necesita escuchar que sólo Jesucristo puede transformar su realidad, que pese a las dificultades y luchas que se enfrentan a diario, hay esperanza, ¡Jesús es la esperanza del mundo!

Cuán hermoso mensaje y cuán hermosa labor, llevar luz en medio de las tinieblas, llevar paz en medio de la guerra, llevar gozo en medio de la tristeza, llevar aliento donde hay desesperanza y tranquilidad dónde hay temor.

Juan 16: 33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Que alentador y reconfortante saber, que aunque la obra misionera en el mundo enfrenta mucha oposición, Jesús nos ánima a confiar en EL, porque EL ya ha vencido todas esas dificultades,

Por lo tanto, “La obra misionera no es simplemente una cosa que la iglesia debería llevar adelante: es su principal y más importante tarea”. (Juan R. Mott)

REFLEXIONE:

¿Está Usted dispuesto a ser mensajero de buenas noticias?

¿Al igual que Jesús siente compasión por las almas que se pierden sin conocerle a EL?

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MISIONERO CRISTIANO

2 TIMOTEO 2:3-6: 3 Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. 4 Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles. 5 Así mismo, el atleta no recibe la corona de vencedor si no compite según el reglamento. 6 El labrador que trabaja duro tiene derecho a recibir primero parte de la cosecha.

Para cumplir la misión encomendada por Dios el misionero cristiano puede enfrentar mucho sufrimiento, pero esto no se compara con el honor de saber que nuestro trabajo en la obra del Señor trascenderá por la eternidad y que un día seremos recompensados por EL.

El Apóstol Pablo aconsejando a su hijo espiritual Timoteo, hace la comparación del sufrimiento que conlleva hacer la obra del Señor con lo que padece un soldado, un atleta y un agricultor.

1. EL MISIONERO CRISTIANO NECESITA ENFOCARSE

Por haber participado en la Primera Guerra Mundial, el escritor cristiano C. S. Lewis conocía bien las presiones del servicio militar. En un discurso público, durante la Segunda Guerra Mundial, describió con elocuencia las dificultades que enfrenta un soldado: «Todo lo que atravesamos en cada situación adversa […] se resume en la vida del soldado en servicio activo: enfermedad, amenazas, dolor, muerte, escasez, frío, calor, sed, hambre, falta de un techo, trabajo duro, humillación, injusticia, reglas arbitrarias, exilio, separación de todos los que amas».

Un soldado cuando sale a la batalla debe darlo todo, incluso la vida, debe estar enfocado, concentrado en su misión, debe cumplir las órdenes de sus superiores al pie de la letra y trabajar en cooperación con sus compañeros de batalla.

Los soldados de un país hacen parte de un sector especial del gobierno, son hombres y mujeres rigurosamente adiestrados; separados de la vida común, y especialmente preparados para misiones específicas, que tienen que ver con asuntos de seguridad y rescate de vidas; pueden ser tareas de equipo, o misiones especiales en forma individual.

La labor del misionero cristiano es un llamado al campo de batalla; un llamado especial, muy similar al de un soldado del ejército de un país. El misionero cristiano es un soldado de Cristo especialmente preparado para librar una guerra contra huestes de maldad y rescatar a los cautivos por el diablo.

Por ello, el misionero cristiano debe ser fiel al Señor y a su llamado; debe estar enfocado, no puede distraerse, ni retroceder, porque de hacerlo el pueblo sufrirá grandes daños y muchos correrán peligro de caer como prisioneros del enemigo.

El estar enfocado en la misión implica sufrir por tener que alejarse de cosas, personas, lugares y circunstancias que lo distraen de su servicio al Señor de los Ejércitos.

Así como un soldado militar no puede abandonar el campo de concentración cuando va a enfrentar una batalla difícil, así debe ser el misionero cristiano, debe mantenerse enfocado en su llamado para lograr la victoria y el éxito de su misión.

2. EL MISIONERO CRISTIANO NECESITA SER OBEDIENTE

Para obtener la victoria un atleta necesita tener en cuenta ciertos factores que influyen para el logro de su meta. Uno de ellos es tener una buena relación con su entrenador, seguir sus recomendaciones y cumplir con el reglamento de la competencia en la que participa.

Igualmente necesita de constancia, disciplina, largos entrenamientos, privarse de comer ciertos alimentos y de ciertas actividades que pueden perjudicar su condición física y su desempeño.

1 Corintios 9:25 (NVI): 25 Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre.

Si los atletas se someten a todos estas privaciones por obtener una victoria terrenal y pasajera, cuánto más debe hacerlo el misionero cristiano que está luchando por una causa que trasciende por la eternidad.

Para lograr la victoria en el campo espiritual, el misionero cristiano debe mantener una íntima comunión con Dios a través del estudio y obediencia de su Palabra. En ella se encuentran las instrucciones precisas del maestro de maestros, que garantizan el éxito en la misión de proclamar el evangelio.

El misionero cristiano también debe ser constante en sus disciplinas espirituales como la oración, el ayuno y todo lo que le ayude a crecer en su comunión con Dios, evidenciando una vida de obediencia a su Maestro, que procura agradarle y glorificarle dónde quiera que se encuentre.

3. EL MISIONERO CRISTIANO NECESITA TRABAJAR DURO

El agricultor sabe que para disfrutar del fruto de su cosecha, tiene que preparar bien el terreno, invertir el tiempo para sembrar, abonar, regar, cuidar y esperar el momento adecuado para recogerla.

Todo este proceso necesita esfuerzo, perseverancia, constancia, largas jornadas de trabajo, enfrentarse a las inclemencias del tiempo e incluso a pérdidas económicas.

Pero cuánta es su satisfacción cuando ve que su esfuerzo se ha materializado en un producto que es de beneficio no sólo para él, sino para toda una comunidad.

De igual manera el misionero cristiano tiene la responsabilidad de sembrar la Palabra de Dios, dedicar el tiempo para enseñar de tal manera que las personas entiendan el mensaje; también tiene la responsabilidad de establecer fundamentos sólidos de tal manera que la semilla sembrada eche raíces, crezca firme y produzca frutos.

Para lograr todo esto, el misionero cristiano necesita una íntima comunión con el Espíritu Santo para discernir la fase en la que se encuentra su receptor, entendiendo que en algunas ocasiones Dios pondrá a otros a regar la Palabra sembrada, pero que al final, la cosecha de ese fruto la recogerá el Señor.

1 Corintios 3:6-9 6 Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. 7 Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino solo Dios, quien es el que hace crecer. 8 El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo. 9 En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.

Es por todo esto, que, así como el soldado, el atleta y el agricultor sufren muchas dificultades para lograr su objetivo, de igual manera el misionero cristiano debe sufrir muchas penalidades y pagar un precio muy alto para que la obra de Dios avance.

Pero esto no debe llevar al desánimo y al abandono de la obra, porque por mucho que se sufra, nada es comparable con lo que sufrió Nuestro Señor Jesucristo. El sufrió en nuestro lugar, su sufrimiento nos trajo libertad y salvación.

Desde el mismo momento de su encarnación, cuando siendo Dios, se sometió a limitarse en un cuerpo humano, se expuso al rechazo, las burlas, las injurias, las calumnias.

Sufrió una muerte cruel y despiadada, fue acusado y juzgado injustamente sin el debido proceso, maltratado, herido, vituperado, escupido y tratado como el más vil pecador. Y aunque parezca paradójico el sufrimiento de Jesús hacia parte del plan de Dios para bendecirnos.

ISAIAS 53: 10-12: Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y, como él ofreció[b] su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor.11 Después de su sufrimiento, verá la luz[c] y quedará satisfecho;por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.12 Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.

Que bendición tan grande, saber que a pesar del sufrimiento y las dificultades que conlleva el trabajo misionero, estamos contribuyendo para que el sacrificio de Cristo en la Cruz no sea en vano y miles lleguen a conocerle.

Que privilegio saber que EL nos ha delegado para continuar su misión. Por eso, es que debemos mantenernos enfocados, en obediencia, trabajando duro, invirtiendo todo nuestro tiempo, energía, dinero y oraciones en ganar almas para el Señor.

REFLEXIONA:

¿Estás dispuesto a pagar el precio por el avance del evangelio?

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Centro Misionero, presentaciones

Centro misioneroCentro Misionero es un proyecto que busca concretar los objetivos de capacitar misioneros, plantar iglesias misioneras y enviar misioneros al campo.

Para concretar los objetivos del Centro misionero hemos desarrollado una estrategia que se aplica por medio de un plan de acción diario de una duración de 2 años a fin concretar las metas propuestas.

Al crear este espacio muchos pastores y cristianos han podido encontrar un espacio donde apoyar y ayudar a las personas que quieren capacitarse para la obra misionera.

Hoy podemos contar con un grupo de inversores, de recursos humanos y de voluntarios que hacemos realidad el dia a dia del centro misionero y construimos un futuro donde muchos candidatos salgan en forma continua al campo misionero.

Para presentar este proyecto en sus iglesias y denominaciones hemos preparado algunas presentaciones de powerpoint que pueden ser utiles para mostrar el proyecto y desafiar a los candidatos al programa residencial.

A la vez las denominaciones puede realizar acuerdos con el Centro Misionero para enviar a sus grupos de candidatos a prepararse en forma integral.

Para estas denominaciones y todos los pastores que nos han solicitado contar con estos powerpoint para poder compartir el proyecto aqui les compartimos los encales correspondientes para que puedan bajar los archivos a sus maquinas y utilizarlos para promocionar y compartir   el proyecto.

Una de las presentaciones es sobre el proyecto en su totalidad y muestra las formas en que los cristianos, iglesias o denominaciones se pueden involucrar.

Centro Misionero – Presentacion de proyecto en powerpoint – Para bajar  esta presentacion CLICK AQUI

La segunda presentación es para mostrar el programa de becas para candidatos. Por medio de este programa de becas los candidatos acceden al programa residencial por la mitad de precio si pueden cumplir con ciertos requisitos previos.

Programa de Becas – Para bajar esta presentacion CLICK AQUI

La ultima presentación muestra los desafios que se presentan como resultado de haber iniciado este año el programa residencial y las hermosas oportunidades que hay de traer el proximo año un mayor numero de candidatos potenciando asi los 3 objetivos del proyecto.

Desafios Centro Misionero – Para bajar esta presentacion CLICK AQUI

De poder seguir avanzando y contar con nuevos cristianos, iglesias y denominaciones que se involucren en el proyecto podremos multiplicar los resultados de estos 3 objetivos.

  • Capacitar misioneros.
  • Plantar iglesias misioneras.
  • Enviar misioneros al campo.

Dos herramientas para concientizar a su iglesia sobre la obra misionera son:

El Centro Misionero es fruto de la siembra generosa de Andres Robert en la Obra Misionera.

Sumate a este proyecto.

Equipo Centro Misionero

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