¿QUÉ ES UN MISIONERO?

1 JUAN 5:4- 5 4 porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios

Un misionero es un vencedor, porque es alguien que ha puesto su fe en el Hijo de Dios y está firmemente convencido que con su fe y a través de la proclamación de la Verdad de la Palabra de Dios, puede vencer el sistema de valores, engaño y maldad que controla el maligno.

¿Pero qué es lo que conquistamos cuando ponemos nuestra fe en el Hijo de Dios y ayudamos a otros para que también lo hagan?

La victoria que obtenemos, no es como el mundo la ve: abundancia de bienes materiales, fama, reconocimiento y lujos, entre otras cosas. La victoria que obtenemos cuando tenemos a Cristo de nuestro lado trasciende más allá de este mundo material, está por encima de lo que podemos percibir, el Apóstol Pablo la describe en:

Romanos 8:37 Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

Un misionero es un cristiano victorioso que demuestra una confianza absoluta en lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz, además proclama por todos lados las buenas nuevas de salvación, la esperanza segura de la resurrección y la vida en el cielo por la eternidad.

Además de todo esto, un misionero tiene otras características que lo convierten en un vencedor:

1. SOMETE SU VIDA AL SEÑORÍO DE JESUCRISTO

Nuestra victoria comienza cuando ponemos a Dios en el centro de nuestras vidas, cuando reconocemos nuestros pecados delante de Él, pedimos perdón y estamos dispuestos a permitir que Cristo sea Nuestro Señor y Salvador, entregando a Él todas las áreas de nuestra vida, sin excepción.

Este es un proceso continuo, donde debemos procurar parecernos cada día más a JESÚS, agradándole en todo cuanto hacemos, hablando a otros de su amor y perdón, manteniéndonos en total obediencia a sus mandamientos, no porque temamos que nos pueda castigar, sino porque lo amamos, porque nuestro mayor deseo es convertirnos en sus amigos.

JUAN 15:14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. 15 Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.

2. ES CONSCIENTE DE LAS ADVERSIDADES, PERO CONFIA EN QUE DIOS LO LIBRARÁ

Un misionero victorioso no engaña ni comercializa con el evangelio vendiendo la idea de que cuando nos convertimos en cristianos no vamos a tener dificultades, llenando de faltas expectativas que finalmente hieren y debilitan la fe de algunos cuando Dios no actúa como esperaban.

Por el contrario, es alguien que habla la verdad de la Palabra de Dios en cuánto a las dificultades. Enseñando que, aunque seamos hijos de Dios y le amemos no estamos exentos de sufrir, pero que podemos confiar en que, aunque pasemos por tribulaciones y angustias, JESÚS ya venció por nosotros.

JUAN 16:33: En el mundo tendrán aflicciones, pero confíen yo he vencido al mundo.

Esa es la clase de confianza que Dios quiere que tengamos, que cuando las circunstancias arremeten en contra nuestra, cuando parece que todo está fuera de control, confiemos en que Dios nos va a dar la salida, tal vez no como lo imaginemos, pero si conforme a su voluntad porque Él tiene el control de todas las cosas.

Por eso, un misionero victorioso es aquel que cuando está a punto de desfallecer y siente que no puede sostenerse, se pone en pie de batalla y dice como dijo el Apóstol Pablo: “…, derribados, pero no destruido”(2 Corintios 4:9)

El que en medio de una tempestad y de las fuertes lluvias de pruebas que azotan su vida, no se rinde, sino que medita en lo que dijo Jesús a sus discípulos en Juan 6:20 “No tengan miedo que yo Soy” y ese Yo Soy quiere decir “Soy Dios, El Señor”

El que aún en medio de la soledad, lejos de su familia y amigos se acuerda de lo que Jesús dice en Mateo 28:20b “…; Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”

El que en medio de la oposición y los ataques del enemigo puede pararse frente al gigante y decirle como David a Goliat: “…mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos,…” (1 Samuel 17:45b).

3. NO LE TEME AL ENEMIGO Y ESTA PREPARADO PARA SUS ATAQUES

Un misionero debe ser consciente que debido al trabajo que hace de llevar luz en medio de las tinieblas, es el blanco perfecto para los ataques del maligno.

EFESIOS 6: 12: “Porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”

Un misionero debe saber que en vez de luchar contra las personas que se oponen, que calumnian y humillan, la verdadera batalla es contra nuestro enemigo el diablo, y es para enfrentar a este personaje que debemos estar completamente preparados.

Esta preparación se logra mediante un sometimiento total a Dios, haciendo su voluntad, orando, ayunando, meditando en la Palabra de Dios, sirviendo, compartiendo a otros de Cristo, fomentando el amor y la unidad entre los hermanos; en resumen PONIENDONOS LA ARMADURA DE DIOS.

EFESIOS 6:13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. 14 Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. 17 Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. 18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.

Un misionero es un cristiano con una vida victoriosa porque sabe que el secreto para que la misión que Dios le ha encomendado tenga éxito es la fe y confianza en el Hijo de Dios. Es alguien que pone a DIOS en el primer lugar de su vida, confiando en que todo lo demás, provisión, protección, salud, logros personales, logros profesionales, logros familiares, logros ministeriales vendrán.

Es aquel que no le teme a las adversidades, porque sabe que Su Señor está con EL adónde quiera que vaya, no le teme al enemigo porque sabe que es un hijo de DIOS.

Confía que “Más poderoso es el que está en él, que el que está en el mundo”; está convencido que EL que lo envió le ha dado el poder que resucitó a Jesús de entre los muertos y por eso ES MÁS QUE VENCEDOR.

REFLEXIONE:

¿Está Usted disfrutando de una vida victoriosa en Cristo Jesús?
¿Es consciente que Dios le ha dado el poder para vencer todo principado y potestad?

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